La leyenda de los Muñecos Quitapenas de Guatemala


“Si usted tiene un problema, entonces compártelo con un muñequito de las penas antes de ir a la cama. Dígale una pena a cada muñequito, luego colóquelo debajo de su almohada. Mientras usted duerme los muñequitos se llevaran las penas muy lejos.” Así rezan las “instrucciones” que vienen en cada paquete que incluye una de estas célebres figuritas. ¿Y dónde se puede conseguir uno de estas piezas milagrosas?

Para tener la posibilidad de obtener ese “favor mágico” hay que viajar a Antigua Guatemala, una hermosa localidad colonial que se localiza a 42 kilómetros al suroccidente de la ciudad capital de Guatemala.quitapenas-munecos

Antigua reúne los mercados de artesanías más grandes y completos de este país centroamericano. Es una parada obligatoria de todos los turistas que visitan la nación. Carlos Álvarez, vendedor del mercado de artesanías de esa ciudad, explica que cuando los turistas descubren los muñecos quitapenas y les cuenta acerca de la magia que pueden realizar, se los llevan de inmediato. Él vende alrededor de dos docenas cada semana. “Hay compradores extranjeros que han regresado a comprar más, ya que les gusta por el tamaño y, principalmente, por la leyenda que los acompaña” dice Carlos.

worry-dolsMientras que para la pareja de turistas alemanes Helmuth y Gretchen Meier el tamaño de los muñecos fue la razón principal que los convenció. “Son muy pequeños y podemos llevarlos para todos nuestros amigos” afirma Helmuth.

La leyenda de los muñecos quitapenas se ha transmitido de generación en generación, pero se desconoce su origen. Todos los artesanos coinciden en que la creencia popular de los quitapenas es real y que le puede ayudar a cualquier persona a mejorar su vida.

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Buenaventura Martín fabrica estos muñecos. Vive en San Antonio Aguascalientes(ciudad cercana a Antigua Guatemala) y explica que los antepasados indígenas transmitieron la creencia, pero que cada vez son menos los artesanos que se dedican a elaborar los muñecos. “Se les debe dedicar mucho trabajo”, afirma. “Se elaboran de bejuco, cartón y restos de tela típica indígena. Se vende a dos dólares cada juegode seis muñecos”, agrega.

¡Sálvame, por favor!
Buenaventura elabora cada día más de 80 juegos de muñecos, los que introduce en una caja artesanal y luego los distribuye a los mercados. Cada figura es distinta, pero todas cumplen oportunamente su función. Cada semana la mujer vende más de 400 juegos de muñecos, lo que significa que eventualmente a esa cantidad de personas podrían quitárseles las penas.

A cada cajita le agrega un papel que tiene escrito un resumen de la leyenda, como una hoja de instrucciones, en inglés y español. Buenaventura explica que luego de la ayuda recibida, el muñequito puede coleccionarse o exhibirse como adorno en su vivienda. Así era como los antepasados mostraban cuantas penas habían sido eliminadas en cada familia. O también una muestra de cuanta alegría podría tenerse, ya que las figuritas les salvaban de los problemas.

Una condición de los creyentes es que no divulguen sus penas a nadie más, de lo contrario el muñeco no puede hacer su trabajo. Por este motivo no se conocen historias de la magia de los quitapenas, pero no es impedimento para que muchos indígenas se muestren creyentes.